sábado, 9 de abril de 2011

Sweetness

Encuentro la felicidad en mi tristeza, el sosiego llega cuando estoy sin ti, y soy consciente de que ambos encajamos en la misma figura, siempre imposible.

¡Ay niño!, mi intuición sabe que esta inspiración mutua nace en la gravedad que tu ejerces en mí y yo en ti; soy sabedora de que vivo en tu subconsciente, plenamente mentalizada que desde el minuto uno que interactuamos algo cambió en los dos. Increíblemente tomada por esta fuerza tan dulce y destructiva.
Clavaste dardos envenenados en mi piel, y como deliciosas caricias me insuflaste paz y calor; lejos de la superficie, siempre carentes de oxígeno y sol.

Yo me reafirmé en pez abisal mientras tú explotaste en el placer bochornoso, y aunque conmigo no te baste, jamás podrás ni querrás volver a salir de este acuario.

Algún día  se romperá el cristal y a mi me saldrán alas; mientras, tu vacío sin dirección solo podrá ser satisfecho con la muerte.

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