domingo, 17 de abril de 2011

Lárgate de aquí

No te voy ni a dirigir la palabra porque es perder el tiempo.

Pretendes ser tan influyente sobre lo que determinas, que puedes llegar a ser peligrosamente absorbente: la gravedad destructiva.

Nací sin conocer otros universos más allá del que cobijabas bajo tu sombra; aprendí a entender, a ser, a respirar, a odiar a la gente a tu imagen y semejanza.

Se que ni es culpa tuya; tu pensamiento no abarca al mío, una extensión en principio en espejo a ti, mas con capacidad de  auto modificación por otras experiencias egoístamente (superviviente mente) mejores.

Aquí, en mi mundo ya puesto en marcha, mejorable siempre, pero más sostenible que el que tú construiste para mí.

En el momento en el que aprendí a pensar, me diste la patada y me cerraste la puerta en la cara; lloré hasta desecarme, desnuda, pequeña, herida y siempre influenciable, mas respirando y siendo yo sin ser tú.

Literalmente empujada al abismo; y tu lucha, mi lucha, me enseñó a entender que se puede vivir sin miedo, que puedes encontrar fortaleza en soledad y que la independencia siempre es el mejor de los caminos.

Ahora, meses, años después de tu patada no comprendes porque ya no lloro, porque no te pido clemencia ni sigo al pie de tu mansión suplicante por volver a entrar.

El vacío en tu universo no se volverá a llenar, en el recuerdo del orgullo ahora solo vive la pena.

De corazón, gracias.

Y ahora lárgate de aquí.

viernes, 15 de abril de 2011

Expiration date.



Me va a salir un sarpullido cerebral por sobreesfuerzo.




Cuenta atrás para desconexión neuronal y metamorfosis, que ya toca.












sábado, 9 de abril de 2011

Sweetness

Encuentro la felicidad en mi tristeza, el sosiego llega cuando estoy sin ti, y soy consciente de que ambos encajamos en la misma figura, siempre imposible.

¡Ay niño!, mi intuición sabe que esta inspiración mutua nace en la gravedad que tu ejerces en mí y yo en ti; soy sabedora de que vivo en tu subconsciente, plenamente mentalizada que desde el minuto uno que interactuamos algo cambió en los dos. Increíblemente tomada por esta fuerza tan dulce y destructiva.
Clavaste dardos envenenados en mi piel, y como deliciosas caricias me insuflaste paz y calor; lejos de la superficie, siempre carentes de oxígeno y sol.

Yo me reafirmé en pez abisal mientras tú explotaste en el placer bochornoso, y aunque conmigo no te baste, jamás podrás ni querrás volver a salir de este acuario.

Algún día  se romperá el cristal y a mi me saldrán alas; mientras, tu vacío sin dirección solo podrá ser satisfecho con la muerte.

miércoles, 6 de abril de 2011

Como tragarse un chicle.

La puerta está torcida.
El póster está torcido.
La lámpara rota y la ventana mal construida.
Mas tenía que quitarse las gafas de la costumbre para concienciarse.

Pequeños detalles que iban empañando su vida aparentemente fabricada a partir del calibre más perfecto; y cuando se descuidaba se veía contemplando las instrucciones de Ikea en un idioma que ni siquiera era el suyo.

Intentando hacer todo al milímetro para lograr encajar piezas rotas, desde 1978, pensando cada letra de cada palabra de cada enunciado de cada oración. Y así todo.

Y así nada.

Cuando no quedaba nada intentaba hacerlo todo, y viceversa.

Por otra parte no paraban de surgir coincidencias, el mundo le quería decir algo a gritos: Semejanzas en cuadros, en fechas de cumpleaños, en verborrea, en los lugares más dispares; como si de Frank Drake se tratase intentando descifrar señales de vida alienígena del espacio exterior, pero en modo saturación y sin querer ver, sin anhelar creer.

Cuando no le quedaba ni un ápice decidía apostarlo todo y siempre ganaba.
Y tras recuperar la fe, y atravesarse mutuamente las pupilas se hizo el silencio y los dos mintieron como si allí no hubiese pasado nada.