sábado, 9 de julio de 2011

La sonrisa de tus ojos.

Decímetros cúbicos de alcohol, malentendido, amnesia, abrazo, tu mirada mientras otro me besa.
Como un tambor, un imán, pasar debajo de una ola, un pálpito, y tus ojos sonriéndome por primera vez.

Brisa nocturna , CO2 en los pulmones, esencia amarga encerrada en  mi pecho, rumor en mis tímpanos.
La sonrisa de tus ojos, comisuras omnipresentes.

Atrapada siempre: entre tu cuerpo y la pared, entre tus manos y mi almohada, entre tu querer y no poder, en tu presencia constante.

Tú atado a mi juego, a mi saliva, a mi silencio, a mi reloj, a mis pestañas, a la yema de tus dedos, a mi ausencia infinita.

Márchate, hasta nunca. Te daré la espalda y caminaré en una dirección opuesta a la que tomes.
Consuelo para nuestras almas, que el mundo es redondo.
Tarde o temprano nos volveremos a encontrar frente a frente, para verme reflejada otra vez en el espejo de la sonrisa de tus ojos.