viernes, 11 de noviembre de 2011

SOLEDAD 1.0



Soledad es un platelminto (variedad de tenia) que vive en las tripas de la gente, sin excepción.
Es inquilino de confianza desde el día de nacer hasta el fin de la existencia de quien habita.

Soledad puede volverse grande y corpulento, a veces llegando incluso a dominar por completo a su dueño o casero.
En otros muchos casos, es pequeño y discreto; y se mantiene al margen sin irrumpir en la vida cotidiana de su habitáculo receptor.

En caso de ser alimentado a base de malentendidos, silencio, paranoia y rencor, Soledad adquirirá dimensiones descompensadas hasta hacer reventar la tripa ancha en la cual vive inicialmente; para avanzar a hígado, vesícula biliar, estómago, esófago; y finalmente subir hasta los sesos; lugar al cual si llega no podrá superar por la dureza de los huesos craneales; destacando además su afinidad y gusto por la electricidad estática neuronal.

Okupa del lugar: caliente, estanco, enquistado, tumefacto; y a través de la luz que inunda desde las cuencas oculares; podrá ver el mundo y dominar totalmente al humano. Para este, de manera irreversible, percibir el exterior desde deseos y atrevieres será anulado; desde ahí Soledad será la que gobierne a sus anchas; preferiblemente decantándose por las habitaciones oscuras y vacías, por la ausencia de voz, por la apetencia de plumas y folios en blanco; el cine mudo y por la incapacidad total de compartir afecto con otras Soledades del mundo exterior, ininteligibles para Soledad.




miércoles, 2 de noviembre de 2011

Skipping beats

Un golpe en la cabeza muchas veces es inevitable; aún sabiendo que vas a sentir un fuerte mareo, un tiovivo, un sube y baja, leer en el coche; tal y como cuando te golpeas la cabeza fuertemente contra metal frío, o muy parecido.
               
El tiempo se acelera y lo que vas a pensar ya no tendrá poder, porque la cocotera ha sufrido un impacto virtual, a veces real y dejará de funcionar siempre que su presencia sea un hecho.

Nunca sabrás el momento exacto, lo podrás intuir a partir de los hechos desencadenantes previos que te ubicarán incómodamente,: dejar de ser tú mismo; el punto y a parte abrupto pero constante: hablar sin decir nada, actuar sin convicción.

El sentido del humor te salvará en un futuro cuando rememores,con ironía, la oportunidad dorada que se te fue de las manos.

Al principio eran noches, después semanas enteras y alguna vez pudiste controlarlo por un par de meses; pero por fin el mareo te arrastraba tanto mar adentro que enmudecías; y con los ojos muy abiertos el adormecimiento familiar te poseía, prever terminar desarmado y con goteras.

Siempre es la misma historia: Huir y entrar en el ascensor que te lleva al último piso: una azotea vacía y huérfana; en la que puedes por fin respirar y pensar con claridad para sentirte seguro.

Azotea que rasca el cielo de estrellas fugaces y horizonte casi casi a ras de las antípodas.
Si buscas la salida no habrá puertas, nadie escuchará tu voz;  tan solo podrás arrojarte al vacío.









domingo, 23 de octubre de 2011

Cartas de desamor

El destino nos ha hecho perder de nuevo; a veces me encuentro; sin más la luz desaparece; y acto seguido una voz anónima desprende carcajadas hilarantes a lo lejos.
Sí, eras perfecto; pero no hecho a la medida.
Tus ojos, siempre brillando por mi; y ya. A menudo deslumbrados por otros faros del recuerdo.
Tu voz variable; entre la espuma.
El dolor, pinchazo aéreo;a causa de la duda y la ansiedad de querer comprender el por qué de este sentimiento impotente y absurdo.
Motivos que se burlan; buscan unirse entre sí para fabricar el sentido.
Esta vida es la de prueba; en las siguiente por fin la felicidad será de agua salada.


Ahora solo me llena una cama vacía, la melancolía de unas manos sin caricias y como mucho el eco del reloj.



jueves, 29 de septiembre de 2011

Finales Dormidos.




Estos días por varios canales ha llegado a mi mente, el augurio del fin del mundo.
El viernes he estado terriblemente deprimida, dándole vueltas a la idea de la carencia de sentido que tendría todo esto si el fin del mundo- al menos tal y como lo conocemos-, nos pillase por sorpresa a todos.

De alguna manera me sentía mal, pero no sabía por qué. Por mi carácter constante no dejé de hacer nada de lo que hacía, llevando a cabo mis tareas diarias normales, incluso en los momentos en los que pensé en el tema convencida de que algo malo iba a suceder, realmente.

De la misma manera no sabría qué hacer; finalmente llegué a la conclusión de que si el fin del mundo se presentaba no iba a hacer absolutamente nada diferente.

Cero tareas especiales, cero reuniones especiales, cero preparativos.
Moriría de la misma manera en la que vivo diariamente. Y más que sentirme deprimida por morir, sería por sobrevivir, en tal caso, a un mundo totalmente diferente al que conozco desde mi nacimiento. Creo que la vida a secas ante un panorama caótico no sería una motivación, y supongo que como en mi caso, no lo sería para la mayor parte de los habitantes del primer mundo.
Pocos lo soportarían.

Tras este sentimiento que duró un día, asumí que no tenía sentido preocuparme, pasase o no pasase nada.

Pero unos posos de toda esta idea catastrofista empezaron a engendrar en mis sesos otras ideas.

El mundo en el que vivimos, el mundo que conocemos; ¿tiene fecha de caducidad?
En la historia siempre ha habido grandes cambios de diferentes causas; guerras, catástrofes naturales, eventos políticos determinantes, pandemias, colonizaciones, etc. Que se han dado en periodos de tiempo relativamente cortos.
 La velocidad a la que se mueve ahora el mundo y la inestabilidad del momento sumado a un capitalismo devastador podrían ser el gran catalizador para que un cambio inminente nos afectara a todos sin tiempo para meditar.
Y todo esto sin tener en cuenta, claro está, cualquier meteorito que alterase el campo gravitatorio de nuestro planeta que nos devolviese a todos a la época de las cavernas donde una lata de sopa fuese motivo de acuchillamiento al vecino del quinto.

¿Tal vez nos estemos durmiendo, sin darnos cuenta?
¿Era de la facilidad es en realidad la era de la infelicidad y la carencia de sentido?

Quizás podamos en el lapso que quede desde ya hasta el fin del mundo priorizar y saber romper con esta esencia desnaturalizada y contaminada; y reflexionar acerca de qué podríamos hacer, en qué podríamos aprovechar de manera óptima los minutos de vida que la madre que nos parió con esfuerzo, nos regaló.











viernes, 2 de septiembre de 2011

Pautas para pilotos y buzos.

(Imagine a su alrededor el vacío negro, gélido, sordo)






(Imagine estar rodeado de esa infinitud)



(Parálisis total, músculos tensos, sed de aire en sus pulmones, controla el respirar, lento, a medio gas. Bajo ningún concepto quiere que lo descubran. Alguien ahí fuera le observa desde la nada)




(Arriba, Los segundos sonarán en las sienes uno tras otro, disolviéndose, sin rumbo, la burbuja que va creciendo en su interior se subsanará a cambio con una nueva arruga, o una gota fría)



(Sus ojos se abren, nunca antes fueron tanto ni con tanto ímpetu; cejas levantadas, lo intenta, no parpadea, duele; pero todo lo que cabe en su campo visual es absolutamente vacío, convexo, nada)


No recuerda el minuto previo a esto; o más bien no quiere hacerlo porque en este nuevo espacio por resolver toda experiencia anterior no valdrá nada.

Cree que tiene piernas, porque no siente dolor por amputación. Ocurre lo mismo con el resto de sus extremidades: ¿Usarlas o no? Tal vez bajo su ¿cuerpo? Sea lo que sea que le sujeta y le mantiene ¿vivo? Solo se da en ese pequeño ¿metro cuadrado? Donde habita su… ¿conciencia?

¿Caminar sin luz? ¿Caminar y en consecuencia caer en un agujero negro (sí, más todavía) para desvanecerse eternamente? ¿Esperar y afincarse a su metro cuadrado de seguridad para siempre, y vivir, rodeado de oscuridad?

Dirige lo que queda de usted hacia arriba, coge impulso, se decide a saltar…ya no hay marcha atrás…

 Vuela      ¡Tiene alas!

Se encuentra exhausto, como si un ejército de hormigas eléctricas recorriera su cuerpo de punta a punta, la esperanza le trae coordenadas nuevas.

Incandescencia al final del pasillo improvisado.


Nunca antes había estado en una nube renegrida de tormenta como esa.

Jamás la olvidará.

Es usted un ángel, es usted humano.

Todo lo demás era miedo.













lunes, 22 de agosto de 2011

B(e)SO

En la nuca, en el sofá, afrutado, desinflado, amarillo, en cicatriz, en la frente, cerebro (!¿) diferente, dirección difícil; aburrimiento,freno, muerte.

Kilómetro cero.

Paseo, música, lento, emigrar, cerveza, convergencia, volante, presencia, mirada, lenta. La Llave.

Gasolina.
¿Confeti?





miércoles, 17 de agosto de 2011

El tiempo, Diamante bruto



Entonces todo es raro, tu plan lineal se escabulle, el destino te sacude, y vuelve a poner las piezas del puzzle lejos las unas de las otras. Unas caen y se funden bajo la cuarta dimensión del sofá, otras se quiebran en mil fragmentos,  y se descubren muchas que jamás creíste encima de tu tablero.

Al nuevo despertar no sabrías que fueses a comenzar otra partida, otro juego de instrucciones perdidas en alguna parte de la ciudad; más forastera para ti que para mí.
Complicado el enfoque, más aún ver el cambio.
Lo nuevo, mirada enrojecida, oscuridad, interruptores aún por palpar,… a partir de ahora las luces se crearán, lentas, con mi mechero de alcohol.